Ya es otoño en el hemisferio norte. Es 2020 y estamos bajo los efectos de una pandemia global por un coronavirus denominado COVID-19 y que provoca una enfermedad denominada SARS-CoV-2.
La enfermedad es como la “lotería de Babilonia” de Borges, te puede tocar que no te enteres o lo mismo te sale muerte. Blanco o Negro y muchos tonos de grises por medio.
Cuando me pregunten como luché contra esta catástrofe diré que me quedé en casa viendo la vida pasar, saliendo con una mascarilla de papel a la calle y con jabón y alcohol en las manos. Y ya.
Nos acostumbramos a todo, vivimos en un Apocalipsis suave del que lo mismo salimos o no, nadie lo sabe porque nadie prevé que esto sea para siempre o que no vaya a terminar algún día.
Recordando esa novela he pensado en mi último viaje a Cuba con el país entero desmoronándose y la gente adaptándose a la situación. Sales de la Habana por una carretera de 8 carriles, la 8 vías, atraviesas media isla y de repente hay caminos para solo 2 coches y la mayoría de lo que ves son carretas y gente a caballo. Electricidad procedente de grupos electrógenos y coches reparados una y mil veces.
Por lo menos es otoño, cambia la estación, las horas de sol la temperatura y ya mismo la ropa que nos ponemos para salir a la calle. Por ejemplo un jersey para el otoño.
La verdad es que no pensaba escribir nada. Ha sido un cumpleaños raro. Hoy se acaba el estado de alarma en España. Mañana entraremos en la nueva normalidad.
Este 3 de mayo en medio de una pandemia por el coronavirus COVID-19 no me molesté en escribir nada sobre el cumpleaños de mi blog. Claro que la magia informática permite escribir después y poner la fecha que te apetezca.
Mi blog moribundo que no era este, si no otro en otra galaxia.
Pero haciendo un poco como “El caballero inexistente” de Italo Calvino, este blog se sostiene por los post que publico por seguir mis propias tradiciones. Cumpleaños, reseñas de libros con retraso, fotos que no vienen a cuento. Todo realmente decadente.
Esta vez voy a llegar solo 2 años de retraso. Haciendo un repaso de lo leído en 2018.
Otra vez he cumplido conmigo mismo y mi personal iniciativa 12LxA, o sea, 12 Libros xAño, aunque este año leí muchas cosas a medias con mi hijo pequeño, las cuento por que se las leía en voz alta y las disfrutaba igualmente.
Las listas de las ediciones anteriores de las listas de libros las podéis encontrar aquí:
Ya hace unos días que empezó el otoño en el hemisferio norte, pero casi no se nota. El veranillo de San Miguel que le llamamos por aquí está dejando un tiempo realmente bueno.
Por curiosidad, en América del Norte esta misma época se la llama Indian Summer. En América del Sur la época equivalente es llamada veranillo de San Juan en las zonas en que ocurre por esas fechas (24 de junio) o veranillo de las almas cuando se da en zonas que lo tienen alrededor de Todos los Santos.
No con este, pero casi. Ya lo he contado otras veces así que no me repetiré en la historia de mi vida como bloguero de medio pelo. Cada vez escribo menos, pero creo que es generalizado. Des estos 15 años en general sigo a algunos que todavía escriben pero lo hacen más en otros sitios que en sus blogs si es que los tienen aún.
En realidad puede que todos escribamos más, aunque más disperso y en más lugares. Lo que si echo de menos son los comentarios, los de verdad, los de gente que leía el blog normalmente o si te encontraba de rebote se molestaba en dar las gracias. Luego vino el spam y después la nada.
Este resumen lo he hecho muchos años, aunque acabo de ver que no puse nada en 2017 (pero ya está arreglado ese tema).
Ha sido un año muy especial. Para empezar en lo familiar en el mes de marzo tuvimos un momento muy especial.
Y port otro lago ha sido un año de viajes tremendo. Pero tremendo de verdad. Más de 30 viajes, 3 países de América, 5 de Europa, más las vueltas por España.