Ayer murió la tortuga de mi niño, tiene 6 años. Se puso bastante triste, no es que una tortuga sea una super mascota con la que juegues hasta pensar que es uno más de la familia, pero en el fondo si hay sentimientos salen a la luz en estas situaciones.
Las mascotas creo que tienen un papel pedagógico en la vida de un niño y les enseñan que es la muerte de una forma anticipada y de bajo impacto que les hace madurar y prepararlos para esta vida. Al menos así lo veo yo.
Me resultó curioso cuando le hable de enterrarla y surgió de él de forma espontánea, la idea de enterrarla con una concha que tenía en el terrario. Esta concha, la había encontrado él mismo el verano pasado en la playa y había decidido ponérsela a su tortuga para qué jugara con ella.